Recién leí varios libros de negocio y de psicología sobre productividad y la organización de equipos.
Un punto en común que tienen la mayoría de estas metodologías es comenzar por definir el propósito que tienes personalmente o en un proyecto. Visualizar el cambio que quieres realizar en el futuro con tus acciones y después, utilizar ese propósito como una guía clara.
Suena muy lógico, sin embargo, muchas veces estamos más preocupados por el día a día, por el reto obvio en frente de nosotros y creemos que nuestra intuición nos debería de ayudar a hacer este ajuste de manera natural. Creo que eso puede ser un gran error.
Un propósito digno requiere sacrificio.
Si solo perseguimos el siguiente problema grande que tenemos enfrente, básicamente estamos optimizando a que los problemas nos guíen, en lugar de realmente crear una ruta ganadora para llegar a donde queremos ir. Evitando problemas, creando procesos a largo plazo y optimizando para aguantar el camino.
Cuando el propósito es claro e inspirador, es mucho más fácil tomar decisiones difíciles, priorizar recursos, seleccionar batallas.
Una de mis reflexiones que espero llevar a la práctica es no juzgar lo urgente como importante, y más bien aprender a priorizar mejor lo realmente importante.
No hay correlación entre las tareas que nos sentimos obligados a hacer y el camino que tenemos que tomar para llegar a donde queremos ir.
Un propósito grande, MUY grande.
En el libro de “One thing”, puedes encontrar la siguiente imagen:
Es muy retador pensar que el “techo” de lo que vamos a poder construir en el futuro está relacionado con nuestra capacidad de ponernos metas grandes.
Más grandes de las que incluso pensamos que podemos lograr. Esto tiene que ver que al pensar en metas grandes, en propósitos ambiciosos, nuestras acciones y decisiones estarán correlacionadas con lograrlas.
Pensar en metas grandes o pequeñas nos hace tener acciones grandes o pequeñas.
Priorizar genera caos.
Uno de los aprendizajes más contra intuitivos que puedo compartir de este proceso es verdaderamente tener convicción de que para lograr cosas espectaculares, tenemos que ser muy disciplinados en priorizar pocas tareas, y hacerlas muy bien.
El tema es que al priorizar solo pocas tareas, tenemos que des-priorizar muchas otras, lo cual genera que temas relativamente importantes(pero no los MÁS importantes) sean ignorados y no resueltos. Esto, genera caos. Sobre todo cuando tienes propósitos y acciones grandes.
Esto quiere decir que al contrario de lo que a veces pensamos que una persona exitosa es la que tiene todo resuelto a su alrededor, quizá esa persona está dejando de cumplir su verdadero propósito por tratar de balancear todas las tareas, en lugar de las más relevantes para llegar a donde quiere ir.
Aceptar que lograr cosas grandes va a traer un poco de caos a nuestras vidas, es una parte importante de romper el techo de lo que es posible lograr.
Un avance constante. El reto como brújula.
Generar un propósito claro comienza a cobrar sentido cuando lo usamos como una herramienta, priorizando las tareas que nos van a llevar a cumplir ese propósito y avanzar. Sin embargo, muy rápido nos vamos a dar cuenta de que el camino no es sencillo (y de hecho, por eso estábamos quizá inconscientemente evitando avanzar).
En el ecosistema emprendedor decimos seguido que hay que “salir de nuestra zona de confort” y “tomar riesgo”. En “The tools” nos sugieren una herramienta específica para eso, que le llaman “Reversal of desire”, que es literalmente utilizar como herramienta ese miedo que genera la siguiente tarea, como una manera de avanzar.
En lugar de ver ese miedo como algo negativo, usarlo como una brújula y correr directo hacia esa tarea.
El secreto es aprender a desear tener ese avance constante con convicción, en vez de procrastinarlo. Entre más rápido tengas la respuesta a esa pregunta, o el conocimiento de fallar en un camino, más rápido puedes avanzar al siguiente paso, y así llegar a donde quieres llegar.
Aún más relevante en el contexto actual.
Creo que todo esto es importante siempre, sin embargo, creo que en momentos de cambio, de incertidumbre y con turbulencia macroeconómica, esto cobra una relevancia aún más alta para founders, investors y creadores.
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Loved this one so much. Super interesting the concept of reversal desire, actually like that you use the word "miedo" and not "pain". And this is to write one our mirror in bathroom to read before to wake up: "el “techo” de lo que vamos a poder construir en el futuro está relacionado con nuestra capacidad de ponernos metas grandes."