Controlar tu atención es un acto revolucionario.
Foco, concentración y tranquilidad para resistir la crisis de atención que vivimos.
Uno de los factores que más ha contribuido a mi crecimiento profesional, es la lectura. Hubo años en los que leí más de 50 libros.
Sin embargo, últimamente me cuesta trabajo sentarme a leer algunas páginas sin que me encuentre a mí mismo con mi celular en la mano, distraído o simplemente preguntándome: “¿Qué decía esta última página?”.
En enero, hice un esfuerzo muy fuerte de romper este ciclo e intentar leer, sin distraerme, sesiones de más de 30 minutos. No siempre lo logré.
Después de un mes, siento como si hubiera tomado una medicina muy poderosa. Puedo concentrarme más fácil, no solo en la lectura, pero en reuniones, en poder trabajar en tareas con intencionalidad y foco.
Claro que en muchas ocasiones termino releyendo el mismo párrafo varias veces antes de poder agarrar “flow”, pero no lo veo como algo negativo, al contrario, ese es el camino para recuperar la atención.
Y es que la atención, como emprendedores e inversionistas, resulta ser uno de los recursos más importantes que tenemos.
La industria, y sus diferentes comentaristas, siempre tienen temas que parecieran demandar nuestra atención, y, sin embargo, es en el pensamiento (y el camino) independiente que se construyen cosas excepcionales.
La atención de hoy: La desaceleración del Venture Capital.
Desde el 2010 vimos una aceleración en la industria de Venture Capital, conforme las tasas de interés eran bajas, poco a poco los inversionistas tuvieron que ir generando confianza en apuestas cada vez más riesgosas, llevando más capital a Startups en todos lados del mundo. A nuevas regiones y a nuevas industrias.
Esto se amplificó con el impacto y el desarrollo de la tecnología, digitalizando industrias y creando algunas empresas espectaculares que han cambiado nuestra forma de vivir.
Pero ahora, esto cambio.
Los últimos meses hemos visto un giro grande en la inercia que tenía la industria, cuando las tasas de interés eran cercanas a cero, la gente estaba tomando más riesgos en búsqueda de retornos. Conforme los gobiernos tratan de controlar una inflación causada por imprimir dinero durante la pandemia, ahora los inversionistas quieren menos riesgo y, por lo tanto, hay menos capital.
Para las startups y para los fondos, ajustarse a este cambio de velocidad requiere tomar decisiones difíciles y cambios grandes de estrategia. Y no siempre se logra.
En la bonanza, para competir, tenías que crecer y para crecer, conseguir y gastar capital. Durante el reajuste, es el ser dueño de tu propio destino, no depender de nadie para poder continuar operando (con eficiencias e innovación).
En la bonanza, era un pensamiento contrario e independiente tratar de construir startups altamente competitivas con poco capital, hablar de unit economics. Hoy es casi imposible mencionar Blitzcalling en una conversación seria. Herejía. Irresponsable.
El emprendimiento es por naturaleza revolucionario, transformador, nace de una intención de cambiar el status quo. De ahí frases de famosos inversionistas como Warren Buffet: “Be Fearful When Others Are Greedy”.
Dejarte llevar por el sentimiento del mercado, es vivir el status quo. No cambiarlo.
Defender y construir tu atención, tener foco, te puede permitir ser intencionado, poder concentrarte en tu juego, y construir.
Es FÁCIL predecir el fracaso, lo interesante es lo contrario.
Recientemente, escuche una entrevista de Tim Ferris a Bill Gurley, un inversionista verdaderamente legendario. En ella, Bill menciona que es fácil pensar que en el negocio de invertir en startups, uno puede caer en la trampa de pensar que atinarle a los “noes” es una victoria. El trabajo es encontrar las empresas que tienen éxito en contra de todas las probabilidades, no las que fracasan.
“So it’s very easy to get into a trap in venture where getting no right feels like a win. […] But getting overly jazzed about correctly identifying a negative or a no, it’s just not that big a deal. It’s not the job. The job is to find the outliers.” - Bill Gurley
Emprender es di-fí-cil. Tienes todo en contra y aun cuando crees que las cosas no podrían ser más difíciles, te das cuenta de que es apenas el principio. Y se pone peor.
Emprender en latam, aún más. Y en un momento de crisis, pues es literalmente el peor momento.
Ahora existe una tentación de poner atención en tratar de predecir (y hasta celebrar) el posible fracaso de Startups, con morbo. La oportunidad grande es poner la atención en el lugar productivo: en apoyar a las empresas que tienen un chance de crear estabilidad económica, crecimiento y competitividad. De construir un mejor ecosistema y una mejor economía en Latam.
Reconocer que la mayoría de las startups van a fracasar y dedicar nuestros esfuerzos en generar ganadores.
Aprendizajes permanentes.
Una de las oportunidades más importantes de vivir diferentes momentos de la industria es tratar de encontrar el tipo de consejo y recomendación que siempre funcionan, sin importar donde estamos en el ciclo económico o cualquier otro factor externo.
Se me ocurren algunas:
Tener un ‘porqué’ fuerte.
Autodirigirte y ser responsable. (y tomar responsabilidad)
Concentrarte en lo que a ti te toca. En referencia a esta frase de Naval: “If you want to save the world, save your little corner of the world.”.
Constancia y consistencia.
Sesgo a la acción.
Construye y avanza todos los días (“No zero days”).
Trabajo duro y proponen soluciones competitivas.
El balance de Do things, Tell People. No farandulear, pero tampoco subcomunicar.
Define tu éxito, juega tu juego.
Ética sobre todo.
Construye para la comunidad.
No hay recetas secretas para el éxito y todo mundo tiene una opinión, pero si eres 100% honesto, trabajas duro en tratar de producirle valor a tu cliente y aprendes todos los días, estoy seguro de que la suerte te encontrara trabajando.
Sin importar en que parte del ciclo económico estemos. Sin importar la tasa de interés: yo, construyo. ¡Espero que tú también!